El cuerpo nos habla de sus historias

Nuestro cuerpo guarda tantas historias… ¿quieres escucharlas?

Todas las emociones que sentimos son respuestas químicas que realiza nuestro cuerpo ante determinada información que llega del mundo exterior pero también de nuestro interior.  Nuestro organismo capta señales del ambiente, las procesa y da una respuesta que irán en relación a nuestras necesidades de:  huir, sentir placer, calmarse, etc.
Estas respuestas han quedado grabadas y guardadas ante un primer acontecimiento  a través de nuestros sentidos (vista, olfato, oído, tacto) y nosotros las hemos dejado en nuestra memoria catalogándolas como buenas o malas y ante un segundo acontecimiento donde hay algunas de las señales que captaron nuestros sentidos en aquel momento y que quedaron registradas y guardadas lo que hacemos es compararlas y reaccionamos acorde a la memoria que dejamos guardada y lo gestionamos de la misma manera.

Tu cuerpo es sabio y sabe lo que necesitas

Hemos de aprender a escuchar y entender el mensaje que nos envía nuestro cuerpo para poder identificar las emociones que están asociadas a los síntomas físicos que sentimos y así aprenderemos a gestionarlas para que no se conviertan en dolores físicos insoportables.
Estas reacciones pueden ser de rechazo, si vivimos esos estímulos como peligrosos o bien de atracción, si los vivenciamos como atractivos o placenteros.
La función fundamental es la de supervivencia, ya que nos empujan a evitar o luchar contra situaciones nocivas (predadores, comida en mal estado, agresiones…) o aproximarnos a estímulos placenteros (agua, actividad sexual, refugio…).

Fisiología de las emociones

Las emociones ponen en alerta a nuestro organismo para que funcione como un todo, activando múltiples respuestas: musculares, motoras, neuroendocrinas y del sistema nervioso autónomo.

Así, por ejemplo, ante una situación de peligro que active nuestra respuesta de huida, el corazón late rápida y fuertemente para bombear más sangre al cerebro y los músculos, la respiración se acelera para aumentar la oxigenación, las pupilas se dilatan para aumentar el campo visual, los intestinos se vacían (diarreas o vómitos) para hacernos más ligeros a la hora de correr, etc.
Si la respuesta activada es de lucha, se liberan sustancias que ayudan a coagular la sangre más fácilmente por si se producen heridas, los músculos se tensan para entrar en acción, lo que puede dar lugar a temblores y contracturas, como ves el cuerpo es sabio y actúa rápido, tan rápido que a veces sólo asociando un estimulo que en un momento determinado nos produjo miedo ya reacciona.

Reacciones fisiológicas de las 4 emociones básicas:

1. Miedo

Es una emoción que nos avisa de posibles peligros y nos ayuda anticiparnos y protegernos de una posible amenaza. A nivel físico el miedo se expresa con dolor de estómago, tensión corporal, el corazón se acelera, sudores, presión en el pecho, diarrea, cambios de apetito, e insomnio entre otros.

2. Enfado

El enfado es la emoción que nos ayuda a pasar a la acción y a defender nuestros derechos cuando sentimos que se ha cometido una injusticia. Entre los síntomas físicos más comunes se encuentran tensión corporal, aceleración de la respiración, tensión de la mandíbula, subida de la temperatura corporal, dolores de cabeza, etc.

3. Alegría
Esta emoción nos ayuda a establecer vínculos para poder socializar y compartir nuestra felicidad con los demás. La alegría tiene unos síntomas físicos que son fácilmente reconocibles: sonrisa facial, expansión del pecho, risa, apertura corporal, etc. Hay personas que tienen dificultad para sentir esta emoción agradable y no saben identificarla.

4. Tristeza

Es una emoción que nos ayuda a afrontar las pérdidas y los duelos. Nos recoge hacia adentro y nos hace reflexionar sobre el pasado, y sobre cómo fueron las cosas. A nivel físico se expresa con lágrimas, sollozos, presión en el pecho, respiración entrecortada, poco apetito, etc. Sensaciones que todos en algún momento dado podemos haber experimentado.

Escucha a tu cuerpo, tiene un mensaje para ti…

Las emociones y el cuerpo van de la mano y gritan cuando no las escuchamos y a veces se transforman en dolor y sufrimiento físico. ¿Qué mensaje quiere explicarnos nuestro cuerpo?
Muchas veces intentamos tapar esos dolores o sensaciones con pastillas y nos sentimos aliviados del dolor por un tiempo, pero vuelve a aparecer, sólo  estamos poniendo una tirita a una herida que no está curada ya que las emociones siguen sin expresarse.
Cuantas veces  has notado un nudo en la garganta cuando  necesitabas expresar algo que no podías decir debido a tus miedos o has notado un dolor de estómago cuando tenías un examen, una entrevista de trabajo,  estas son las señales que nuestro cuerpo tiene para expresar las emociones que siente.
Las emociones no expresadas se quedan incrustadas en tu cuerpo, esperando que las dejemos salir y pueden tener muchos años y como no han podido manifestarse, van a intentar expresarse de algún modo y terminan haciéndolo en forma de tensiones o malestares físicos.

Te invito a escuchar la meditación que he escrito para ti para que empieces a escuchar los susurros de tu cuerpo.