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De que forma los trastornos de la infancia afectan a nuestra relación con la comida

Irene Benitez Mir • ago 06, 2021

¿Cómo es nuestra relación con la comida?

"Puede ser que algunos trastornos de la alimentación tengan su origen en traumas de la infancia"

Cuando no sabemos canalizar nuestras emociones, cuando no controlamos nuestra vida interior, buscamos fuera todo aquello que nos pueda calmar y para conseguirlo a veces recurrimos a la comida" 


Detrás de los trastornos alimentarios hay múltiples factores que los desencadenan:

• Genéticos/Hereditarios.
• Metabólicos. Enfermedades: Tiroides, diabetes, etc.
• Alimenticios: Mala alimentación, falta de nutrientes, etc.
• Circunstanciales: Menopausia, dejar de fumar, etc.
• Medicamentosos: Antidepresivos, corticoides, etc.
• Psicológicos. 
• Relaciones disfuncionales.
• Traumas: Violaciones, abusos, muertes, etc.
• Traumas del desarrollo: relaciones de apego.

Hoy me voy a centrar en este último.

¿Sabes que es el apego?

Los apegos son los lazos/hilos emocionales que establecemos con las personas significativas de nuestra vida, aquellas con las que compartimos sentimientos de pertenencia y seguridad (habitualmente papa y mama).
Estos “hilos” son parte de nuestro “tejido” emocional en el que depositamos los aprendizajes de nuestras edades más tempranas, el modo en el que creamos esos apegos será muy importante para nuestro desarrollo posterior, para estructurar la forma de ver y enfrentarnos al mundo, a la vez que nos dotará de una mayor o menor seguridad, valía y merecimiento hacia nosotros.
Si estos vínculos afectivos son adecuados, generarán seguridad y pertenencia y estructurarán vínculos saludables con otras personas y con nuestro entorno. Seremos más independientes, más autosuficientes y dispondremos de mayores recursos personales para afrontar las dificultades de la vida sin depender de los demás.
Si por el contrario nuestros apegos fueron evitativos o desorganizados generaremos en nosotros inseguridad, miedos, desvalorización y esto hará que nuestras relaciones con los demás y con nosotros sean difíciles y dependientes.

¿Cómo afectan estas vivencias a la relación que tenemos con la comida?

Todos necesitamos una base segura, algo que nos regule por dentro, que nos aporte seguridad y esto lo aprendimos en nuestra infancia a través de las personas que nos acompañaron (habitualmente papa y mama) a través de ellos aprendimos a regularnos para ver y entender el mundo y las relaciones. 
Si tuvimos una infancia segura (donde nuestras necesidades eran acogidas) aprendimos a sentirnos seguros para saber que todo está bien pero cuando nuestro aprendizaje fue desorganizado (ahora si, ahora no..) sentimos una gran inseguridad en nuestro mundo externo e interno y por ello a veces para poder regularnos necesitamos de la comida para serenar nuestras emociones.


En el caso de la anorexia ocurre al revés, se deja de comer.

En estos casos podemos arrastrar una memoria de apego evitativo  es decir, evitamos el alimento (emocional) y del mismo modo evitamos la comida.

En el caso de la bulimia se come compulsivamente para después devolverlo.

Y en estos casos arrastramos un apego desorganizado, es decir queremos  y necesitamos el alimento (emocional) pero a la vez sentimos que no es el que queremos y necesitamos  y entonces lo rechazamos.

¿La culpa, por tanto, recae en los padres por el trato que dieron a sus hijos en la infancia?

-No, no se puede culpabilizar a nuestros padres ya que ellos nos entregaron lo mejor que sabían hacer ya que probablemente si indagáramos en la historia de ellos sobre todo de nuestra madre también encontraríamos problema de apego, así que ella nos entrego lo mejor que sabia.

La indagación y comprensión de nuestras historias puede ser de gran ayuda en los procesos de curación de los trastornos alimentarios.


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